Quienes somos:

Somos una familia que tuvimos la GRAN SUERTE de tener a Gonzalo, un niño muy especial que tiene parálisis cerebral debido a una infección congénita por citomegalovirus.
Y hemos creado la Asociación Campeones cuya misión es recaudar fondos para ayudar a financiar los tratamientos de rehabilitación de niños con cualquier discapacidad y poder orientar a estas familias en sus pequeñas dudas o inquietudes.
Son varias las razones por las que decidimos crear la Asociación, una de ellas fue debido al gran número de terapias que tenía que ir Gonzalo y del gran esfuerzo económico que suponía todo ello. Nosotros hemos tenido la gran suerte de poder quitarnos muchos gastos que no eran necesarios y dedicarlos a nuestro hijo y sus terapias para que Gonzalo pueda llegar al 100% de sus posibilidades! Por nosotros no iba a quedar!
Pero en este recorrido nos hemos dado cuenta que no todas las familias han tenido la misma suerte que nosotros, y que muchas de ellas no podían costear los tratamientos que necesitaban sus hijos, y se tenían que quedar en casa a la espera que la seguridad social les cubriera una pequeña parte de lo que necesitan estos pequeños campeones!
Cada día que pasa es importante para su desarrollo, por esta razón pensamos que no nos podíamos quedar con los brazos cruzados y pensamos que podríamos recaudar fondos para ayudar a estas familias que tanto lo necesitan.
Otra de las razones por la que hemos decidido montar la asociación es porque muchas veces nos hemos sentido desorientados, no sabíamos cual era el siguiente paso que teníamos que dar, ni qué especialistas podrían ser los mejores en cuanto a citomegalovirus y parálisis cerebral, y creemos que contando nuestra experiencia quizás podamos orientar a estas familias en los primeros momentos en los que, como nosotros, seguro que andan un poco “pérdidas” con toda la información que están recibiendo de su hijo.
Una vez tuvimos la idea de crear la Asociación, elegir el nombre fue fácil. Desde que nació Gonzalo, siempre hemos dicho que es un CAMPEÓN, porque desde que tenía 20 días va a sus terapias diarias y por muy cansado que esté, mira a sus papis o a sus hermanos y sigue “currando”, siempre con una sonrisa en su rostro y nos recuerda diariamente, con estos gestos, que vale la pena cualquier esfuerzo para conseguir un avance, por muy pequeño que sea este.